A pesar del miedo a la pandemia del coronavirus, los surcoreanos renovaron este miércoles su Asamblea Nacional, otorgando un contundente triunfo al Partido Demócrata que respalda al presidente. Se votó bajo rigurosas medidas de seguridad sanitaria.
Las elecciones legislativas de Corea del Sur, una de las tres (junto a Mali y Kiribati) que no fue pospuesta durante abril por la pandemia del coronavirus, se llevó a cabo bajo rigurosas medidas sanitarias para prevenir un nuevo brote durante los comicios, en un país que ha logrado exitosamente controlar el contagio.
En esta convoctoria se renovaron los 300 escaños de la Asamblea Nacional (Parlamento), donde se media también la popularidad del presidente surcoreano, Moon Jae-in, quien resultó airoso y obtuvo una amplia mayoría parlamentaria, ya que entre el Partido Demócrata y su aliado Ciudadanos Juntos se quedaron con el 60 % de las bancas en juego y el 49,91 % de los votos, según los datos de la Comisión Nacional Electoral.
En la elección legislativa anterior de 2016, el liberal Partido Demócrata se había impuesto por la mínima con 123 bancas contra 122 de los conservadores de Saenuri y fueron el anticipo de la llegada al poder de los demócratas, que ocurriría al año siguiente con las elecciones presidenciales. Esta vez los conservadores divididos en dos listas perdieron 20 bancas y apenas lograron 103 con el 41,45 % de los votos.
La gestión de la actual crisis pandémica le ha servido al Gobierno para juntar apoyos entre los ciudadanos y obtener la mayoría absoluta que le permitirá al presidente Moon Jae-in aprobar iniciativas y legislar hasta el 2022 sin sobresaltos.
Moon Jae-in, es un ex activista estudiantil y abogado de derechos humanos. El presidente es hijo de norcoreanos que emigraron al Sur durante la Guerra de Corea, ocurrida entre 1950 y 1953. Tras ganar las presidenciales, asumió en mayo de 2017 y mantuvo una postura diplomática para desbloquear la conflictiva relación con la vecina Corea del Norte, enfrentados por el programa nuclear y por los lanzamiento de misiles de los norcoreanos, manteniendo Moon históricos encuentros con su par norteño, Kim Jong-un.
El presidente es favorable a la reunificación pacífica de la península de Corea y continuará haciendo gestos en este sentido. La popularidad del mandatario venía bajando durante 2019, pero las encuestas de opinión de este año venían marcando que fue aumentando gracias a la gestión de la crisis ante la pandemia del coronavirus.
Se registró una alta participación en esta elección con el 66,21 % de los casi 44 millones de ciudadanos empadronados, en 2016 había votado el 58 % y en 2012 el 54 %, siendo la participación electoral más alta en una elección legislativa en 28 años.
Las medidas para votar fueron muy rigurosas: no se podía votar sin protector facial, a la entrada de los centros de votación había que tomarse la temperatura sin que pudieran superarse los 37,5 grados, limpiarse las manos con alcohol, usar guantes de plástico descartables y mantener distancia mínima de un metro en la fila de espera.
Las autoridades surcoreanas lograron mantener los comicios porque pudieron controlar la propagación de la pandemia que se había iniciado con fuerza en febrero en su país, llegando a ser inicialmente el segundo más afectado detrás de China.
A pesar de esta crisis y gracias a la aplicación de 20 mil test diarios a la población y la puesta en marcha de una red de laboratorios en todo el país por la colaboración de organizaciones estatales y privadas que permitieron la rápida hospitalización y tratamiento, lograron que se reduzca significativamente en menos de un mes la cantidad de nuevos contagiados y que de más de 10 mil contagiados ya le dieran el alta al 75 %.
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